martes, 6 de septiembre de 2011

Blackbirds




-Esto ya no puede seguir así. No.
-¿Y qué más da? No hay nada que podamos hacer.
-¡Maldita sea! Callaos todos de una puta vez. No hacéis más que decir gilipolleces y palabras sin sentido. ¿Acaso sois incapaces de mirar a vuestro alrededor? ¿Acaso no podéis dejar de ser tan jodidamente egocéntricos?
Los seis miraron al cielo; estaba gris, con el humo de las hogueras y el olor de las cenizas revoloteándoles.
-Tenemos que seguir. Tenemos que acabar con esto. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras vemos sucumbir ante nosotros todo en lo que creímos un día.
-¿No te das cuenta de que es imposible que consigamos alcanzar en 3 días la cima del templo?
-Con esa actitud es imposible. – Les miró a todos. – Han caído amigos de todos nosotros, hemos perdido a la gente a la que más queríamos… Y sin embargo, aquí estamos, discutiendo sobre si podemos hacerlo o no. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.

El canto de los hombres muertos y el levantamiento de los pájaros negros es lo que nos falta para que sí que perdamos todas nuestras oportunidades, pensó Katia. 

-Tenemos que ponernos en marcha ya. Me dan igual vuestras rencillas, me da igual todo. Yo ya he perdido parte de mi vida, así que lucharé por mantener la otra viva. Eso es lo que deberíais hacer todos: luchar. Porque queráis o no, está en nuestras manos salvar al resto de la humanidad.
-Katia tiene razón. Tenemos que seguir. Tenemos que acabar con esto ya.

Asintieron todos levemente y cogieron sus armaduras y armas. Estaban listos para afrontar la última batalla de la humanidad.

No hay comentarios: